La nueva versión del Porsche 911 hace evidentes los cambios estéticos de su predecesor. Sin embargo es claro cómo no alterar sus principios estéticos más esenciales: la parte trasera es más ancha, la parrilla delantera más redondeada y en una sola pieza, el cofre en una posición más elevada, y la posición de las "hombreras" de los faros delanteros.