¿Por qué una marca es más que un símbolo? Sin cuestionarlo, los logotipos son una herramienta sumamente importante en términos de comunicación e identificación.
Como usuarios o consumidores, inmediatamente podríamos reconocer logotipos de panes, de lácteos, de pastas de dientes, de tecnología, por mencionar algunos. Todos ellos crean asociaciones en nuestra mente; son una forma de identificar.
Sin embargo, el poder verdadero de una marca, no proviene de un símbolo: proviene de la experiencia que tenemos los consumidores al interactuar con una marca; lo que nos hace sentir.
Los símbolos o logotipos ayudan a una marca a ser identificada visualmente y reconocida en la mente. Las experiencias son lo que realmente genera una conciencia de marca y un compromiso hacia ella.
El auto de The Brand Gap, desvanece algunos mitos de forma muy sencilla: una marca no es un logo, una marca no es un manual identidad, una marca no es un producto. Entonces, ¿qué es exactamente una marca? Es lo que siente y experimenta una persona sobre un producto, un servicio, o una empresa, es una experiencia, ya que las marcas están definidas por personas, y no por compañías o mercados.
Los consumidores, tenemos muchas opciones en muy poco tiempo. Muchas de los ofertas de productos o servicios, tienen características y calidades similares. Entonces, basamos nuestras opciones de compra en la confianza, y la confianza viene de reunir las condiciones y superar las expectativas del consumidor.
Los productos pasaron de servir, a significar, y cuando los productos pasan de servir a significar, se convierten en marcas.
El consumidor dejó de comprar productos, y empezó a comprar significados.
¿Qué compra un adolescente cuando va por tenis?: ¿poliuretano expandido al vacío?, ¿plantillas de metacarbonato bitensionales?, ¿doble amortiguación antishock?, ¿suelas de tracción múltiple hipotérmicas? ¡No! Compra un símbolo, y por ende, una marca. Un símbolo que lo hace sentir partícipe y protagonista. Un mundo en el que se ve reflejado como en un espejo.
Para lograr el éxito a largo plazo, cada marca tiene que representar algo, saber quién es, y qué es lo que quiere transmitir en términos de valor.
Las marcas deben de representar un conjunto de valores fundamentales que guían todos los aspectos de su personalidad, el trabajo de sus empleados, y su visión para el futuro.
Los valores son algo con lo que la gente puede relacionarse; los valores representan un contrato implícito, pero de gran alcance entre la marca y sus consumidores. Es ahí, donde unos y otros comparten esos valores, y los incorporan a sus creencias, generando una relación de confianza.
Los que utilizan el branding para demostrar lo que representan, tienen una mejor oportunidad de convertirse en una parte muy importante de nuestras vidas.