Es muy común escuchar: ¿qué marca prefieres, cuál me recomiendas? Esto también hablando de productos, sin embargo, ¿cuáles son realmente las diferencias entre producto y marca?
Una definición clásica de un producto sería, “Cualquier cosa que se puede ofrecer a un mercado para satisfacer un deseo o una necesidad”. Para los estudiosos del marketing, el producto es parte de la mezcla, una de las famosas cuatro Ps, junto al precio, plaza y promoción, que a su vez podrían clasificarse en duraderos, no duraderos y servicios.
Por otro lado, la marca en una definición clásica sería, “Un nombre, término o símbolo, diseño o combinación de ellos, que identifica los bienes o servicios de un vendedor y los diferencia formalmente de los competidores, debiendo estar protegido legalmente.” Esta versión es muy válida, sin embargo, la marca va mucho mas allá de estos elementos formales. En términos más enfocados al lenguaje de branding que es lo que nos compete.
Una marca es un activo intangible que reside en el corazón y en las mente de las personas. Es lo que siente y experimenta una persona sobre un producto, un servicio o una empresa. Esto se desarrolla en el tiempo mediante la comunicación y más importante, mediante la interacción, es decir, a través del branding.
Los productos, aunque son parte de una marca o viceversa, tienen grandes diferencias en términos de valor y emoción:
- Los productos se compran, las marcas se adquieren. - Los productos tienen precio, las marcas tienen valor. - Los productos se desgastan, las marcas maduran. - Los productos se consumen, las marcas permanecen. - Los productos denotan, las marcas connotan. - Los productos son realidad, las marcas percepciones.
Más que un logotipo, un nombre o un slogan la marca es la conexión emocional que tiene un empleado, consumidor o cliente con la compañía y sus productos o servicios, pero es importante destacar que quizás el primer consumidor de cualquier marca es el propio empleado, quien vive con ella todos los días.
Tradicionalmente las marcas crean consistencia, continuidad y relaciones significativas con el cliente. Hoy en día las marcas son grandes catalizadores de cambio.
Las marcas deben de ser visionarias, deben definir y simbolizar un objetivo para el futuro, porque dependerá de ellas si ese producto o servicio será trascendente en la vida de los consumidores.
Las marcas nos hablan de lealtad, compromiso, confianza, adjetivos que son experiencias emocionales que se desarrollan a través de todos los atributos que refieren a la marca.
La marca debe de tener un enfoque estratégico basado en el branding, dándole valor al cliente y por supuesto a la marca logrando una ventaja competitiva. Las marcas toman su valor de lo que significan.
Walter Landor dijo, “Los productos se hacen en las fábricas pero las marcas se crean y viven en la mente y el corazón de las personas”.
