ENTREVISTA
María Elena, gracias por la entrevista. ¿Podrías compartirnos qué son las metodologías ágiles, y cuáles son sus características?
Las metodologías ágiles son un sistema conformado por un conjunto de principios y valores que promueven el pensamiento sistémico, las jerarquías en red (o redarquías), y la cocreación entre personas con altos grados de autonomía y correlación. El foco está en el agregado del valor para el propósito del proyecto u organización. Las claves se basan en la frecuencia de alineación del equipo, el constante pulido del proceso de toma de decisiones, y los espacios de comunicación reflexiva entre personas para gestionar tensiones operativas, estratégicas y emocionales.
¿Cuáles son algunas de estas metodologías?
Las metodologías más conocidas y utilizadas son Scrum y Kanban, y una tercera llamada Scrumban, producto de la combinación de ambas. En el caso de Scrum, sus principales atributos son el foco en objetivos dinámicos al servicio del cliente, la asignación de roles dinámicos dentro del equipo, la transparencia en los procesos y responsabilidades, y la adaptabilidad de las tareas en pos de la innovación. Por su parte, Kanban se basa en la utilización de tableros, la definición de procesos y la medición del volumen del trabajo. Y finalmente, Scrumban es la combinación de Scrum y Kanban, resulta en una metodología más completa y abarcadora para liderar procesos de innovación, proyectos y equipos de trabajo. Es importante aclarar que todo lo que sucede en una organización es un contexto dependiente. Por ello, la aplicación de metodologías de manera aislada y sin un correcto análisis de contexto puede terminar en resultados truncos y procesos frustrados.
¿Tienes presente el caso de una marca en este sentido?
Destacaría como casos de éxito a Spotify, Google, Danone, BASF y Unilever, todas ellas implementando metodologías ágiles de manera efectiva. En particular, Unilever ha logrado un cambio cultural significativo dentro de la compañía al dejar atrás los silos, las largas discusiones y la política interna, enfocándose en la rapidez, la transparencia y el valor creado. Este enfoque ha permitido una mayor agilidad y capacidad de respuesta frente a los desafíos del mercado. Por su cuenta, Danone ha adoptado metodologías ágiles con gran éxito, lo que ha resultado en una mejor priorización de proyectos, una mayor colaboración entre equipos, una ejecución más eficiente y un aprendizaje continuo y compartido. Estos ejemplos destacan cómo las metodologías ágiles no solo mejoran la eficiencia operativa, sino que también fomentan una cultura de innovación y adaptabilidad en organizaciones líderes a nivel global.
Finalmente, ¿cómo pueden beneficiar para el desarrollo y gestión de una marca?
Desarrollar y gestionar una marca eficazmente requiere una visión clara y un trabajo en equipo bien coordinado. En los mercados globales de hoy, donde la velocidad es crucial, las metodologías ágiles proporcionan la mentalidad adecuada para responder rápidamente a las demandas del mercado. Distribuir las responsabilidades y la toma de decisiones en toda la organización mejora la velocidad y la calidad de las respuestas hacia los clientes. Las metodologías ágiles también fomentan la constante validación y reflexión, manteniendo a las marcas en sintonía con los clientes y permitiéndoles comprender mejor sus necesidades e intereses cambiantes. Al promover un ciclo de aprendizaje continuo y mejora constante, estas metodologías facilitan una gestión más eficiente y armoniosa, asegurando que la marca pueda adaptarse y prosperar en un entorno competitivo y dinámico.